Vivir en un edificio histórico es una experiencia única, llena de encanto y belleza arquitectónica. Sin embargo, estos edificios a menudo carecen de ciertas comodidades, como son los ascensores, lo que los hace poco accesibles. ¿Es posible instalar un ascensor en un edificio histórico? Sí que lo es, pero a priori no es nada sencillo. A continuación, analizamos las consideraciones legales, las opciones disponibles y los beneficios potenciales de tales instalaciones.
¿Es legal modificar un edificio histórico para instalar un ascensor?
Los edificios históricos, ubicados frecuentemente en los centros de las ciudades y zonas antiguas, no suelen contar con ascensores. Hace años que existe una ley que exige accesibilidad a todos los edificios de España, pero también hay una normativa específica que afecta a los edificios protegidos por Patrimonio, y que impone una serie de restricciones adicionales.
Como puedes imaginarte, hay veces que se tiene que hacer auténtico encaje de bolillos para llegar a un equilibrio entre ambas.
Normativa de protección del patrimonio
La normativa de protección del patrimonio varía según la ciudad en la que estemos. Por ejemplo, la Ley 8/2013 de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas en España obliga a los edificios de viviendas a realizar las reformas necesarias para garantizar que las personas con discapacidad y mayores de 70 años puedan moverse sin obstáculos.
Sin embargo, cuando hablamos de edificios históricos, cualquier modificación requiere una aprobación específica de las autoridades de patrimonio. Estas son las responsables de evaluar si dicha intervención acabará afectando a los elementos protegidos del inmueble.
¿Dónde instalar un ascensor en un edificio histórico?
No te vamos a engañar, instalar un ascensor en un edificio histórico presenta algún que otro problema. De todas formas, existen varias opciones para cumplir con los requisitos de accesibilidad sin comprometer la integridad del edificio.
Instalación en el patio de luces
Una opción es instalar el ascensor en el patio de luces, si este espacio está disponible y es adecuado. Este método es funcional y puede realizarse de manera que no altere significativamente la estética del edificio. De hecho, es en el lugar en el que menos lo altera.
Uso del hueco de la escalera
Ese espacio está a menudo desaprovechado, y puede ser un lugar ideal para instalar el ascensor. En muchos edificios históricos, puede adaptarse para albergar uno de ellos, siempre y cuando se sigan las directrices establecidas por las autoridades de patrimonio.
Instalación en la fachada
Aunque no es habitual, existe la opción de instalar un ascensor en la fachada del edificio. Esta solución se ha empleado en algunos casos emblemáticos, como en el Museo Reina Sofía de Madrid. La instalación en la fachada permite preservar el interior del edificio, pero debe realizarse con extrema delicadeza para no alterar la estética ni el valor histórico del inmueble.
Es muy importante que el diseño del ascensor se integre armoniosamente con la fachada existente, manteniendo el equilibrio entre modernidad y preservación histórica.
Proceso de aprobación y consulta
Instalar un ascensor en un edificio histórico no es sencillo. De hecho, es un proceso que requiere colaboración entre las partes para asegurar que las modificaciones sean respetuosas con el patrimonio del inmueble.
Colaboración con las autoridades
Trabajar estrechamente con ellas es fundamental. Presentar propuestas detalladas, participar en reuniones y visitas, son pasos necesarios para obtener las aprobaciones requeridas. Estas autoridades evaluarán el impacto de la instalación en los elementos protegidos del edificio y proporcionarán directrices para minimizar cualquier alteración.
Por otro lado, es básico involucrar también a la comunidad local, cuya participación puede ayudar a identificar preocupaciones y generar apoyo para el proyecto. Mantener una comunicación abierta y transparente durante todo el proceso es clave para que se logre un consenso.
Beneficios de la instalación de un ascensor en un edificio histórico
A pesar de todos los problemas que puedan llegar a surgir, la instalación de un ascensor en un edificio histórico puede aportar numerosos beneficios tanto para los vecinos y visitantes, como para la comunidad en general.
Mejora de la accesibilidad
El beneficio más evidente es la mejora de la accesibilidad.
Un ascensor permite que personas con movilidad reducida, ancianos y familias con cochecitos de bebé accedan a todas las áreas del edificio. Aparte de ser un derecho, también puede aumentar el uso y disfrute del edificio por parte de más personas.
Preservación y uso continuado
La instalación de un ascensor puede contribuir a la preservación del edificio, ya que aquellos edificios históricos que no son accesibles corren el riesgo de quedar infrautilizados o incluso abandonados. Al mejorar la accesibilidad, se puede fomentar su uso, asegurando su conservación para futuras generaciones.
Aumento del valor del inmueble
Desde una perspectiva económica, y tal y como explicamos en nuestro anterior artículo “Te contamos el secreto de cómo revalorizar la vivienda un 33%”, la instalación de un ascensor aumenta el valor del inmueble. En el caso de los edificios catalogados, la revalorización es también posible ya que las instalaciones que son accesibles son más atractivas para inquilinos y compradores, retornando la inversión de forma significativa.
En conclusión, la instalación de un ascensor en un edificio histórico es una tarea compleja que requiere:
- Una planificación cuidadosa.
- Una colaboración estrecha con las autoridades.
- Un compromiso con la preservación del carácter histórico del edificio.
A través de un enfoque equilibrado y respetuoso, es posible mejorar la accesibilidad y funcionalidad de estos tesoros arquitectónicos para las generaciones presentes y futuras.