Siempre que hablamos de accesibilidad en una vivienda, nos viene a la mente los ascensores a cota cero, los salvaescaleras, las plataformas, las rampas… Lo que no tenemos en cuenta es que existe otro elemento que hace también la vida sencilla a las personas con dificultades para desplazarse: las puertas automáticas. No sólo proporcionan una forma cómoda de entrar y salir de un edificio para quienes sufren alguna discapacidad, sino que también ayudan a mejorar la eficiencia energética. Esta vez exploraremos las ventajas de las puertas automáticas y cómo nos puede ayudar a hacernos la vida más sencilla.

Hagamos un poco de historia…

La primera puerta automática fue construida por Herón de Alejandría, en el Siglo I d.C, especialista en fabricar máquinas de vapor. Entre sus múltiples inventos, Herón diseñó un método para abrir las grandes y pesadas puertas de los templos, sin que fuese necesaria la intervención humana. Para ello creó un artilugio, con el que aprovechaba la energía acumulada al calentar agua en el interior del templo. Gracias a unas poleas estratégicamente colocadas, y al vapor de agua que generaba ese sistema, las puertas se abrían sin ningún esfuerzo. De todas formas, no fue hasta casi veinte siglos más tarde, cuando se colocó el primer motor eléctrico en una puerta, dando paso a lo que conocemos actualmente como puertas automáticas.

 
Inelsa Zener - Ventajas de las puertas automaticas
 

Ventajas de las puertas automáticas en un edificio

  • Principalmente, este tipo de puertas son una forma estupenda de conseguir edificios accesibles. Permiten que las personas con alguna discapacidad, que usan sillitas de bebés, carros de la compra… tengan la oportunidad de entrar y salir de un inmueble con facilidad. Tengamos también en cuenta que, al desplazarse las puertas hacia los laterales, crea un espacio lo suficientemente amplio como para poder pasar por él cómodamente.
  • Otra de las utilidades es que no requieren intervención manual para abrirse o cerrarse. Las personas que van cargadas con bolsos, maletas e incluso vehículos como bicicletas o patinetes, no tienen que hacer malabares para abrirlas o cerrarlas. En la mayoría de los casos se utilizan, sobre todo, en zonas concurridas como los hoteles, centros comerciales, tiendas, aeropuertos… Además, aunque no sea habitual verlas, también pueden resultar muy cómodas en viviendas particulares y comunidades de vecinos.
  • ¿Cuántas veces hemos estado en un restaurante, y hemos sufrido que las personas que entrasen o saliesen de él se dejasen la puerta abierta? Con la instalación de una puerta automática esto no ocurriría jamás. Gracias a ellas reducimos los costes de calefacción y refrigeración, ahorrando así energía. Esto se debe a que se abren cuando alguien entra y se cierran inmediatamente después de que esa persona haya pasado. Así no hay riesgo de que dejen escapar ni el aire frío en verano, ni la calefacción en invierno. En este último año, el mundo no está para consumir de forma descontrolada gas y electricidad.
  • Finalmente, y no menos importante, no debemos olvidar que las puertas automáticas son también un elemento decorativo más. Salta a la vista, que una de sus características es que mejoran el aspecto estético del lugar donde se instalan. Al ser transparentes, cuentan con una apariencia elegante que encaja en cualquier establecimiento o edificio, incluso en los más antiguos.

También usamos las puertas automáticas a la entrada de los ascensores

Estas son, sin ninguna duda, la manera más habitual de encontrarlas en las comunidades de vecinos. Gracias a ellas optimizamos el espacio en rellanos y cabina, consiguiendo mayor accesibilidad de entrada y salida. Cuentan con automatismos en la apertura y el cierre, por lo que mejoran la seguridad del ascensor. No debemos tampoco olvidar que solucionan muchos problemas que dan las puertas manuales o semiautomáticas como el peso, dificultad de acceso, sobre todo si nos desplazamos en silla de ruedas, y la posibilidad de dejarlas a medio cerrar.

Como hemos podido comprobar, las puertas automáticas no solo tienen ventajas para las personas con movilidad reducida. Son también útiles para todos aquellos que buscan una puerta cómoda, que no necesiten tocar y que no se pueda quedar abierta o entreabierta al pasar por ella. Además, nos ayudan a ahorrar energía y tienen una apariencia elegante. Si estás buscando puertas automáticas para tu edificio o negocio, no dudes en ponerse en contacto con nosotros. En Inelsa Zener tenemos el objetivo de conseguir que todos nuestros clientes se muevan libremente por cualquier lugar, sin importar dónde se encuentren. Al igual que bajamos ascensores a cota cero o instalamos rampas, plataformas y salvaescaleras, también colocamos puertas automáticas allá donde desees. Ponte en contacto con nosotros y te informaremos.