Hace muy pocos días que hemos entrado en el mes de junio. Un mes en el que decimos adiós a la primavera, donde el ambiente empieza a oler a vacaciones y en el que empezamos a sufrir el aumento de las temperaturas y con ellas, se intensifica un fenómeno meteorológico muy habitual en esta época del año: las tormentas. Pero… ¿alguna vez nos hemos planteado cómo afecta algo tan aparentemente insignificante como una tormenta a nuestros ascensores? ¿Sabemos que una tormenta puede dar lugar a una avería en nuestro ascensor? ¿Qué precauciones debemos seguir cuando empieza a llover a cántaros en nuestra ciudad?

 

 

¿Qué le puede ocurrir a nuestro ascensor en un día tormenta?

– Un cortocircuito debido a posibles filtraciones dentro de la sala de máquinas.

– Inundaciones en el foso a consecuencia de la gran cantidad de agua caída en el exterior.

– Falta del suministro de electricidad, con la consecuente parada de la cabina, provocada en la mayor parte de los casos por un problema eléctrico en el aparato, o bien una avería a causa de la caída de un rayo en la central eléctrica.

El agua es uno de los mayores enemigos que puede llegar a tener un ascensor, por lo que la lluvia, la humedad y los rayos (sobre todo estos últimos) son un factor de riesgo. Ante todo debemos tener mucha precaución en estos casos. Debemos evitar en la medida de lo posible hacer uso de los elevadores cuando estamos en medio de una tormenta. Para nuestra tranquilidad, debemos dejar claro que no nos puede ocurrir nada terrible dentro, pero podemos encontrarnos que pasemos más tiempo del que desearíamos realizando un simple trayecto de seis plantas.

 

 

¿Qué debemos hacer en el caso de quedarnos encerrados?

– Ante todo debemos tener paciencia. Tenemos que pensar que, si nos hemos quedado parados a consecuencia de una tormenta, con toda probabilidad no somos los únicos que estamos en esta desagradable situación. Así que tanto los bomberos como los técnicos de nuestra empresa de ascensores seguramente deben estar desbordados. Por lo tanto, no desesperemos, en cuanto puedan nos rescatarán.

– Es complicado llevarlo a cabo, sobre todo si padecemos de claustrofobia, pero debemos mantener siempre la calma. De nada nos va a servir gritar como locos o aporrear las paredes y puerta de la cabina para que nos saquen antes. Eso solo empeora nuestra situación y la de los que nos acompañan o nos escuchan desde el exterior. Relajarnos mediante la respiración nos puede ayudar muchísimo.

– Emplear el tiempo que vamos a estar dentro del ascensor haciendo cosas productivas, que hagan que nuestra mente se evada de aquello que nos está sucediendo: planificar la escapada del fin de semana, lo que vamos a hacer con nuestros hijos por la tarde, qué película tenemos previsto ir a ver el sábado por la noche, jugar con algún juego de nuestro móvil, acceder a nuestra redes sociales y compartir «la aventura» con nuestro círculo de amigos,…

– Jamás debemos intentar salir del ascensor por nosotros mismos, o ayudados por alguien no cualificado como puede ser un vecino. ¡Jamás!

 

 

Y una de las cosas más importantes si ha caído una gran cantidad de agua y sabemos que ha podido haber filtraciones, inundaciones o un fallo eléctrico: debemos llamar a la empresa que revisa el ascensor. En Ascensores Inelsa Zener, en estos casos, inspeccionamos toda la instalación, verificamos que todo esté en perfectas condiciones, registramos toda la información que podamos recabar por si ha habido daños, y guardamos todos los datos necesarios por si la comunidad de vecinos tuviese que pasar parte a la compañía de seguros del edificio.