Por motivos de seguridad, y también de sentido común, cada vez es más habitual limitar el acceso a las distintas plantas de un edificio. Esto es especialmente necesario en oficinas con departamentos sensibles, pero también en comunidades de vecinos donde la privacidad es una prioridad.Uno de los puntos más vulnerables en este tipo de entornos es, precisamente, el ascensor. Por eso, contar con sistemas de control de acceso en ascensores que limiten a qué planta puede subir cada persona, se ha vuelto casi imprescindible.
¿Cómo funcionan estos sistemas?
Los sistemas de control de acceso en ascensores son bastante intuitivos: pueden usar tarjetas electrónicas, códigos numéricos, lectores biométricos, una aplicación móvil… El administrador del edificio, el conserje o el jefe de seguridad asignan los permisos según el perfil del usuario. Cada persona podrá acceder únicamente a las plantas que tiene autorizadas. Ni más, ni menos.
Imagina un edificio de oficinas con departamentos separados por plantas. Un trabajador de atención al cliente podrá subir a su zona y, si acaso, a recursos humanos. Pero no podrá acceder a los pisos superiores, donde se gestionan datos sensibles o están las salas de servidores. Por otro lado, en una comunidad residencial, los vecinos podrán usar el ascensor solo hasta su planta o las zonas comunes, evitando que desconocidos puedan pasearse por todo el edificio.

Imagen de Envato Elements
Tecnologías específicas de control
Las opciones de los sistemas de seguridad que se comercializan hoy en día son variadas:
- Tarjeta o llavero RFID. práctico, funcional y fácil de integrar en comunidades o empresas. Perfecto para zonas comunes o restringidas.
- PIN. sin llave, sin complicaciones, pero con riesgos si se comparte o se olvida.
- Biometría. huella o facial; en oficinas es ideal para acceder a salas sensibles, y en residencial garantiza que solo tú entres a tu planta.
- App móvil. perfecta para visitantes puntuales o para eliminar llaves en comunidades inteligentes.
- Multifactor. combina niveles: tarjeta + PIN en zonas comunes, biometría en zonas sensibles, o app para gestiones puntuales.
¿Cuándo se utilizan los sistemas de control de acceso en ascensores?
Este tipo de sistemas son especialmente útiles en situaciones donde el control manual es, simplemente, inviable. Piensa en un bloque que tenga tres escaleras, diez plantas y varios ascensores. Controlar físicamente quién accede a qué parte sería un caos. Pero con este tipo de sistema, basta con configurar los accesos una vez y él mismo se encarga del resto.
Un caso bastante habitual es el del personal de limpieza que necesita moverse por todas las plantas, pero solo durante la mañana. Se les puede dar acceso completo, pero restringido por horario. O, si una empresa contrata técnicos externos para realizar una reforma, estos recibirán permisos temporales solo a la planta de obra y por el tiempo que dure la intervención. Tan fácil como seguro.
Seguridad reforzada sin necesidad de vigilancia física
Una de las grandes ventajas de estos sistemas es que reducen la necesidad de tener personal de vigilancia en todos los puntos de acceso. Gracias a su capacidad de automatización, los accesos se gestionan desde un panel central o incluso en remoto, sin tener que depender de porteros o vigilantes para abrir puertas.
Además, cada acción queda registrada. El sistema almacena información sobre quién ha entrado, a qué hora y a qué planta. Esto permite realizar auditorías rápidas si hay alguna incidencia y refuerza la seguridad por un simple efecto disuasorio. Como es de esperar, si sabes que te registran cuáles son tus movimientos, te lo piensas dos veces antes de hacer algo indebido.

Imagen de Envato Elements
¿Qué pasa con la privacidad? ¿Pierdo libertad? ¿Van a saber a qué hora salgo y entro cada día?
No deberías, porque la clave está en cómo se gestionan, precisamente, esos datos. La mayoría de estos sistemas no almacenan información personal más allá de lo necesario para identificar los accesos. Y, en todo caso, la finalidad de controlar el acceso a un edificio es proteger, tanto a los vecinos como a los trabajadores… ¡y al propio edificio! En realidad, aportan tranquilidad. Sabes que nadie puede acceder libremente a tu planta, ni tú a la suya. Y eso, hoy en día, vale mucho.
Un gran avance para tener edificios más inteligentes y seguros
Integrar sistemas de seguridad en ascensores no solo mejora la protección del edificio: también es un paso importante hacia su modernización. Este tipo de tecnología forma parte de lo que ya se conoce como “edificios inteligentes”. Edificios donde todo está conectado: accesos, iluminación, energía, videovigilancia y, por supuesto, los ascensores.
Para comunidades de vecinos, supone más orden, menos conflictos, una mejor convivencia y la tranquilidad de evitar robos y okupaciones. Para las oficinas, se traduce en eficiencia operativa, cumplimiento normativo y protección de activos. En ambos casos, se evitan riesgos innecesarios.
Es decir, controlar el acceso por plantas desde el ascensor es una medida de seguridad necesaria en según qué entornos. Los sistemas de control de acceso en ascensores ofrecen una solución cómoda, eficiente y totalmente adaptable a las necesidades de cada edificio.
En definitiva, se trata de aplicar la lógica, la tecnología y ser un poco previsor. Porque la seguridad es mucho más que cerrar con llave la puerta de tu casa. Es saber quién accede, cuándo y hasta dónde. En la actualidad, los sistemas de control de acceso en ascensores son una herramienta imprescindible para gestionar y mejor nuestros espacios, protegiendo lo que más importa. Porque es importante vivir y trabajar con más tranquilidad.
Y eso, hoy en día, no tiene precio.