Por un tema de seguridad, cada vez es más habitual tener controlada la entrada a los edificios, sobre todo los destinados al uso de oficinas, y los entornos residenciales de un cierto nivel adquisitivo. Debemos tener en cuenta que, uno de los lugares por donde se puede colar más de una visita indeseable, es por el ascensor. Precisamente para que eso no ocurra, existen sistemas de control de acceso dentro de los elevadores. ¿Quieres saber cómo funcionan? ¡Toma nota!
Los sistemas de control de acceso funcionan mediante una tarjeta proporcionada por el administrador o el jefe de seguridad del edificio. Dicha tarjeta da la posibilidad de acceder a ciertas plantas al titular de la misma. Es decir, imagina a un empleado que trabaja en el departamento comercial, y al que se le da acceso al piso donde se encuentra el departamento de marketing o al de administración, pero que no se le deja llegar al lugar donde se encuentran el centro de datos de la empresa. Otro ejemplo podrían ser los trabajadores de la empresa de limpieza de la misma compañía, cuyos empleados deberían tener acceso a todos los departamentos, ubicados en todas las plantas, pero solo en unos horarios determinados. ¿Y qué ocurriría si esa misma empresa necesitase a trabajadores externos para hacer una obra determinada? Pues que se les daría acceso únicamente a la planta donde tuviesen que estar trabajando, por el periodo de tiempo en el que durasen las obras.
¿Cuáles son las ventajas de los sistemas de control de acceso?
El mejorar la seguridad del edificio es básicamente la principal. El hecho de evitar que todo aquel que entre en las instalaciones no pueda acceder a las distintas plantas, hace que el edificio sea un lugar mucho más seguro. Para una máxima seguridad, estos sistemas pueden ser complementados con una buena videovigilancia en lugares específicos, como son las entradas y los diferentes rellanos del edificio.
Otra de las ventajas de este tipo de tarjetas es que cada una de ellas almacena un registro de los movimientos que ha ido haciendo su titular a su paso por las diferentes plantas, desde que entra en el edificio hasta que sale de él. El jefe de seguridad puede acceder, mediante un programa informático, a la información de todos los pasos que ha ido haciendo el usuario, por lo que disuade a éste de perpetrar ningún robo, ninguna acción de vandalismo o cualquier otro delito que se pudiese llegar a ocurrir en entornos residenciales o en bloques de oficinas en los que trabaja un gran número de personas.
Mantener la seguridad de un edificio, para poder evitar que visitantes externos a éste se muevan libremente por él puede ser muy costoso, particularmente en edificios que cuentan con diferentes ascensores, donde el control se hace mucho más complicado. El automatizar la entrada de todos aquellos que acceden a las diferentes plantas de un bloque, evita la necesidad de tener físicamente un guarda jurado en las instalaciones.
¿A través de este sistema nos podemos sentir más controlados, y perdemos parte de nuestra libertad de movimiento? Sí pero, por otro lado, con un control de acceso instalado en el ascensor nos aseguramos el bienestar propio, el de nuestras familias y el de los compañeros de trabajo.