No descubrimos ningún secreto si decimos que el ascensor es uno de los grandes inventos de la humanidad. En innumerables ocasiones os hemos contado las ventajas de tener a nuestro alcance un ascensor para poder movernos, sin ningún tipo de esfuerzo, entre diferentes niveles. Gracias a ellos la fisonomía de nuestras ciudades ha cambiado: el uso del ascensor en vez de las escaleras ha derivado en edificios mucho más altos y modernos, con capacidad para más personas en pocos metros cuadrados de superficie. Eso sin contar con las ventajas que supone tener uno en las comunidades de vecinos para todas aquellas personas que tienen algún tipo de discapacidad, viven en los pisos más altos, deben subir diferentes plantas con un cochecito de bebé o con la carga del supermercado. El mal funcionamiento de un ascensor no es solo un inconveniente, también es un peligro para todos aquellos que lo utilizan, por lo que los usuarios deberíamos estar siempre atentos ante cualquier problema de los que enumeraremos a continuación, por muy insignificante que nos parezca.

 

 

Paradas desalineadas de la cabina

Al viajar en un ascensor nos debemos fijar que, al llegar a su destino, la cabina tiene que estar al mismo nivel del suelo: ni por encima, ni por debajo. Si esto ocurriese sería señal de que hemos utilizado nuestro ascensor con más carga de la habitual, o que algo no funciona adecuadamente, como el desgaste de alguna pieza. A eso le debemos añadir el peligro de caída para alguien que no se hubiese fijado en el desnivel. La falta de nivelación empeora con el tiempo por lo que, si este es el caso de tu ascensor, llama a la empresa mantenedora, porque no se solucionará solo.

Cambios de velocidad en la marcha

Aunque no lo parezca, un simple ascensor de una comunidad de vecinos puede llegar a realizar centenares de desplazamientos a diario, soportando cada vez muchos kilos de peso, lo que ejerce presión sobre todas las partes móviles. En condiciones normales, el trayecto que realiza el ascensor debe ser constante y suave. Tener la sensación de un cambio de velocidad en el recorrido es señal de que algo va mal. Una aceleración o desaceleración antes de llegar a destino, es sinónimo de un problema que se debe revisar con urgencia.

Ruidos extraños

No hay nadie que conozca mejor el ascensor de un edificio, que los propios vecinos que lo usan a diario. Ya sabemos que es prácticamente imposible no oír ningún tipo de ruido cuando nos desplazamos en uno de ellos, por lo que debemos ser capaces de discernir qué sonidos son normales y cuáles no. El más mínimo chirrío puede ser provocado por una pieza suelta, por la polea, los cables,… Así que debemos llamar al técnico lo antes posible.

 

 

Averías constantes

La vida útil de un ascensor es de más de 20 años por lo que, en edificios antiguos cuyos ascensores son los mismos que los que había cuando se levantó el bloque, siempre habrá tendencia a fallos y las averías se pueden volver cada vez más frecuentes. Si esto sucede con asiduidad, será señal de que el ascensor necesita un cambio en alguno de sus componentes. Ante la duda, no está nunca de más preguntar a la empresa mantenedora.

Los ascensores son uno de los elementos que deberían estar más revisados en nuestras casas, ya que cualquier mal funcionamiento grave podría desencadenar un problema de seguridad para todos los vecinos. Es por esta razón que es tan importante fijarnos a diario en esos cambios que pueden llegar a pasar inadvertidos, y tener una buena empresa que pase con garantías el mantenimiento. En Ascensores Inelsa Zener contamos con profesionales con una larga trayectoria en nuestro sector, expertos en todo tipo de marcas y modelos del mercado. Ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarte, asesorándote y resolviendo todas tus dudas.