Al igual que el crepúsculo que existe entre la luz y la sombra, hay en la mente una zona desconocida en la cual todo es posible. Podría llamarse la dimensión de la imaginación, una dimensión desconocida donde nacen sucesos y cosas extraordinarias como lo que ahora vamos a ver. ¿Que no es posible? Todo es posible en el reinado de la mente. Todo es posible en la «Dimensión Desconocida». Así es como empezaba la serie de terror y misterio de los primeros años de la década de los 60, «Twilight Zone» (o como se llamó en España: «La Dimensión Desconocida»), que sirvió de inspiración a la que es, posiblemente, una de las atracciones más emocionantes de Disney’s Hollywood Studios de Orlando.
Todo comenzó el día 31 de octubre de 1939. Cinco personas de la misma familia desaparecieron misteriosamente, sin dejar rastro, cuando un rayo cayó en el hueco del ascensor del Hotel Hollywood Tower. A raíz de este fatal suceso, el Hotel cerró sus puertas hundiéndose en el más completo de los abandonos. La Torre del Terror de la Twilight Zone lleva a todos sus huéspedes a un aterrador viaje a través del tiempo para descubrir qué les pudo llegar a suceder a los pasajeros que decidieron meterse en un ascensor, en un día de tormenta, la noche de Halloween de 1939.
Disney tiene originales, emocionantes e increíbles atracciones, y esta no podía ser una excepción. Una atmósfera terrorífica invade a todo aquel que se adentra en el apocalíptico Hotel. Miles de turistas cada año, ávidos de grandes emociones, recorren sus estancias llenas de polvo y telarañas, donde se amontonan libros de visitas de la época, teléfonos antiguos, muebles de antaño, y obras de arte de principios del S.XX. El recorrido inicial finaliza en la biblioteca. Allí, a través de una televisión antigua, se puede ver un vídeo en blanco y negro donde Rod Serling, presentador, guionista y director de la serie original «La Dimensión Desconocida», informa sobre las sensaciones que están a punto de experimentar los «huéspedes» en sus propias carnes. Después de ver la explicación, los invitados bajan a la sala donde se encuentran las calderas, y allí acaban subiendo a uno de los ascensores del edificio.
Despídete del mundo real… ¡comienza la diversión!
Una gran cabina de ascensor llena de asientos, comienza a desplazarse a través de las oscuras y abandonadas plantas del Hotel Hollywood Tower. Efectos especiales con juegos de luces, portazos, fantasmas, ruidos de cadenas, tic tac de relojes,… aterrorizan a los pasajeros. De repente, el elevador, fuera de control, se para y sube con rapidez hasta el piso número trece, para caer posteriormente a gran velocidad por el hueco del ascensor, mientras todos sus ocupantes gritan de pavor.
Una atracción, no apta para todos los públicos… ¡ni para todos los corazones! ¿Crees que es demasiado aterrador para ti?