En el momento en el que se planifica la construcción de cualquier edificio, una de las dudas que surge es el tipo de ascensor que se debe instalar. Características tales como el número total de ascensores, la capacidad de la cabina o la velocidad del desplazamiento no se dejan al azar. Antes que nada, es de vital importancia conocer el tipo de edificio que se va a construir. Las necesidades de una comunidad de vecinos no tienen nada que ver con las que puede tener un bloque de oficinas, un hospital o un centro comercial. Existen varios parámetros que determinan las características que debe tener el ascensor que se debe instalar
¿Para qué sirve el sistema de gestión de tráfico de un ascensor?
Para hacer un estudio de tráfico vertical debemos tener presente el número de plantas que va a tener un edificio, la distancia entre planta y planta, la cantidad de personas que se estima que van a hacer uso de él, la superficie total de cada una de las plantas, el número total de oficinas o viviendas que hay en cada una de las alturas, qué función va a tener el edificio,… El estudio, que se hace habitualmente en la fase de diseño, es importantísimo. Gracias a él se definirá mucho mejor los tiempos de espera desde que llamamos al ascensor hasta que este llega a nuestra planta, la velocidad de desplazamiento óptima, la velocidad de apertura y cierre de las puertas de cada uno de los rellanos, el número de veces que el ascensor para en cada uno de los pisos para dejar salir y entrar,…
Excepcionalmente, y debido a la pandemia de la covid-19, muchos clientes nos piden que rehagamos el sistema de gestión del tráfico a su ascensor, para evitar aglomeraciones en la cabina y mientras se está esperando el elevador, para minimizar así un posible contagio. En Inelsa Zener contamos con un sistema de reprogramación de maniobra para poder hacer uso del ascensor de manera individual, limitando las paradas que este realiza, así como ignorando las llamadas exteriores hasta no llegar a su destino.
A la hora de planificar cualquier instalación, siempre nos debemos poner en lo peor, ya que estudiando el tráfico en las horas punta y calculando aproximadamente el número de personas que van a necesitar hacer uso del ascensor, conseguimos realizar la planificación más idónea para cada caso.
Comunidad de vecinos
El momento en el que hay más movimiento suele ser por las mañanas: ascensor arriba y abajo con vecinos listos para ir a trabajar se unen a las salidas de los niños de sus casas, para asistir a la escuela. El tráfico durante el resto de la jornada suele ser mucho más tranquilo, a excepción del mediodía (durante la hora de las comidas) y a última hora de la tarde, momento en el que van llegando los vecinos escalonadamente para pasar la noche en sus viviendas.
Centro comercial
Antes de su apertura entran los trabajadores, por lo que el uso del ascensor es máximo. Con la llegada de los clientes se vuelve a incrementar el número de desplazamientos y decae hasta el mínimo al mediodía, justo a la hora de la comida. Por la tarde, coincidiendo con los trabajadores que salen de hacer su jornada laboral y el cierre de las escuelas, vuelve a incrementarse el ritmo de los desplazamientos verticales.
Edificio de oficinas
Existen dos momentos del día en el que el ascensor funciona a pleno rendimiento: a primera hora de la mañana, con la incorporación a sus puestos de trabajo de todos los trabajadores, y al mediodía, cuando todo el mundo se marcha a almorzar. El resto de la jornada el movimiento es continuo habiendo un pequeño pico a media tarde con el cierre escalonado de las oficinas.
Hospitales
A primera hora empieza a haber un aumento de tráfico que decae en las horas centrales del día, volviendo a aumentar de nuevo a media tarde con la llegada de las visitas a los enfermos.
Analizando estos datos se ve como el flujo de usuarios varía en función del uso que se le da al edificio. Lo importante en todos los casos es conseguir que los ascensores no se congestionen en las horas punta, con el fin de evitar esperas interminables delante de las puertas de los rellanos. Quien más y quien menos nos hemos desesperado, esperando el ascensor en un hospital o en unos grandes almacenes. Pues bien, ese sería un claro ejemplo de una mala planificación de la gestión del tráfico de un elevador.
Por cierto, no por mucho pulsar el botón de llamada, nuestro ascensor llegará antes. Lo único que conseguimos es estresarnos más.