Sí, no nos hemos equivocado: España encabeza el ranquing de número de ascensores por cada mil habitantes, con la friolera de 20. A simple vista nos puede parecer que no son tantos, pero si tenemos en cuenta que quien nos sigue es Italia con tan solo 15, la cifra empieza a parecernos más importante. ¿Sabemos el motivo por el cuál esto es así?
Existen numerosos factores para ocupar el primer puesto en la clasificación mundial desde hace muchos años. Hagamos un poco de historia.
Tras concluir la Guerra Civil Española, vivir en el campo fue sinónimo de pobreza. Numerosas familias se encontraron sin ingresos, y fueron muchos los que, a finales de los años 40, decidieron dar un giro a sus vidas y para trasladarse del medio rural a las ciudades en busca de un empleo digno. A consecuencia de la llegada masiva de inmigrantes se planteó un problema: el de la vivienda. Las urbes comenzaron a cambiar su aspecto debido a los edificios que, año tras año, aumentaban en altura. Los bloques de apartamentos fueron una buena solución a la falta de espacio. Ese tipo de construcciones estuvieron en auge, y con ellas los ascensores, desde la década de los años 60 hasta finales de los 70. En la actualidad, el 65% de la población vive en las grandes y medianas ciudades de nuestro país. Este valor está bastante alejado de la media de la Unión Europea, que cifra el dato en un 46%.
Pero esta no es la única razón por la que somos el número uno en el mundo. A lo comentado anteriormente tenemos que sumar las políticas sociales que se han hecho en los últimos años, obligando a adecuar los edificios a la normativa, haciéndolos accesibles a la totalidad de sus vecinos. A esto tenemos que añadirle que, una amplia mayoría de la gente prefiere tener en propiedad la casa donde vive, antes que alquilarla. Las ayudas de la Administración junto con las novedades técnicas del sector, reduciendo a la mínima expresión la maquinaria y adaptándola a espacios en los que antiguamente era impensable la instalación de un ascensor, y la revalorización de los pisos en más de un 30% respecto a aquellos que carecen de elevador, han sido también parte de la razón por la que la cifra de ascensores haya aumentado año tras año.
Actualmente también nos encontramos que la instalación de los ascensores no se circunscribe únicamente a los edificios de apartamentos. Tras la aparición de los elevadores hechos a medida, a los que no es necesario colocar foso ni cuarto de máquinas, y de los prácticos ascensores neumáticos, las viviendas unifamiliares están empezando también a contar con ellos. España tiene una población muy envejecida (aquí no ocupamos el primer puesto mundial, sino que estamos los segundos por detrás de Japón), por lo que los residentes de una casa también pueden considerar la opción de instalar un elevador, con la finalidad de mejorar su comodidad y la movilidad entre plantas.
Como conclusión diremos que, a pesar de estos buenos datos, aún tenemos en nuestro país mucho trecho también por recorrer. Debemos recordar que, tal y como ya hablamos en su día en nuestro artículo El ascensor: una necesidad a la que no todos tenemos acceso, de los dos millones y medio de españoles que tienen alguna dificultad para desplazarse, un 4% no salen casi nunca a la calle. Estos últimos, la mayoría de ellos con rentas bajas, pueden estar encerrados en sus domicilios durante meses o incluso años, por culpa de no tener un ascensor que les ayude a moverse con total libertad por sus edificios, o pequeñas rampas que les faciliten salvar algún escalón para poder acceder a la calle.