El promedio de vida de un ascensor suele ser superior a los 25 años de antigüedad, dependiendo de la frecuencia con la que se use, el trato que se le dé por parte de sus usuarios, si se lleva al día el mantenimiento que establece la ley, el diseño de sus componentes,… Transcurrido este tiempo, y siempre con la opinión y el asesoramiento de la empresa mantenedora, es cuando debemos plantearnos la modernización del aparato.

Decidir reemplazar o modernizar un ascensor no es algo que nos tengamos que tomar a la ligera, ya que aparte del gasto que esto supone a la comunidad de vecinos, debemos tener en cuenta que las obras se pueden llegar a prolongar durante varios meses, con el problema de movilidad que eso provocará entre propietarios e inquilinos del vecindario. Por regla general, será el propio ascensor el que dará las señales necesarias que indicarán que es hora de considerar el invertir en una nueva máquina. Algunos de estos síntomas pueden llegar a ser tan variados como:

 

– Comenzar a tener dificultad para encontrar piezas de repuesto, lo que provoca que tengamos que esperarnos más de lo que nos gustaría para que se realice las reparaciones cada vez que hay una avería.

– La necesidad de reparar el elevador más frecuentemente de lo normal.

– El cambio de velocidad, sin ninguna justificación, en el desplazamiento de la cabina.

– Ruidos que se oyen en el interior de la cabina y que provienen de la parte exterior de esta.

– Ascensores que sean tan antiguos que ya no cumplan con unas normas de seguridad mínimas reglamentarias.

El mantenimiento regular de nuestro ascensor es de vital importancia, ya que garantiza la seguridad en la comunidad de vecinos. Cada vez que el técnico visita nuestro edificio, chequea partes vitales del ascensor como son todos los elementos que se encuentran en la sala de máquinas, cables, estado de las guías, contrapeso, dispositivos de seguridad, instalación eléctrica, nivelación y apertura de puertas, comprobación del estado de la cabina, botonera,…

Modernizar nuestro ascensor es mucho menos costoso de lo que nos podemos llegar a imaginar en un primer momento. Cuando una comunidad de vecinos decide dar un paso tan importante como este, no nos debemos tomar el desembolso económico como un gasto sino como una inversión que hacemos en nuestra propiedad, ya que se revalorizan nuestros hogares. La modernización de nuestro elevador mejora la fiabilidad, la calidad y la velocidad en los desplazamientos, aumenta la eficiencia energética, corrige errores de nivelación en los rellanos y minimiza las visitas del técnico de mantenimiento, entre otras ventajas. De todas formas, como ya hemos dicho en otras ocasiones, contar con una empresa mantenedora es la forma más efectiva de encontrar y reparar pequeñas averías que, con el tiempo, se pueden llegar a convertir en fallos más graves.

En Inelsa Zener contamos con más de 40 años de experiencia en diseño, mantenimiento, fabricación y modernización de ascensores. Tenemos un gran equipo de profesionales, en todo el territorio español, que indicarán qué opción es la más se adapta a las necesidades de nuestro cliente.