Debido al envejecimiento de la población, garantizar una buena accesibilidad en las comunidades de vecinos se ha convertido en una prioridad para los propietarios. En este artículo, queremos explicar cómo Inelsa Zener puede hacer tu vida mucho más fácil. Para ello, te enumeraremos las cuatro formas más habituales de mejorar la accesibilidad en tu comunidad de vecinos.
Pero antes que nada, déjanos que hagamos una salvedad.
Aunque las sillas salvaescaleras pueden instalarse en chalets y viviendas unifamiliares con varias plantas, no son la mejor opción para las comunidades de vecinos, ya que no brindan una accesibilidad total. Es imposible subir a ellas si se utilizan sillas de ruedas, cochecitos de bebé, carritos de compra, etc.
Es evidente que, en un edificio, buscamos elementos que proporcionen autonomía completa. Imagina el recorrido de alguien que usa regularmente una silla de ruedas. Sí o sí necesitará ayuda para subir y bajar de ella. Pero eso no es la única desventaja: también necesitará ayuda para transportar la silla de ruedas por las escaleras y para sentarse en ella una vez finalizado el trayecto. Esta solución es prácticamente inviable.
Dicho esto, ¿quieres conocer los pros y los contras de las diferentes opciones que tenemos para hacer accesible una comunidad de vecinos?
Rampa
Se coloca junto al tramo de escaleras de la entrada y, si hay suficiente espacio, es la forma más sencilla y económica de hacer accesible un edificio. Requiere una obra mínima, por lo que en muy pocas horas se puede solucionar la accesibilidad.
Por el contrario, existen tres problemas fundamentales con las rampas. Primeramente, la falta de anchura en la escalera de acceso puede dificultar su construcción. Tampoco debemos olvidar que la pendiente máxima de una rampa debe ser de 12°. Por último, el tramo de escaleras donde se coloque la rampa debe ser lo más corto posible.
¿Quién no se ha encontrado con edificios que tienen rampas largas o empinadas, que son imposibles de utilizar?
Plataforma salvaescalera
Este tipo de dispositivo se instala encima de la escalera y se desplaza a lo largo de ella. Consiste en una plataforma que sube y baja según el recorrido deseado y en su interior, hay suficiente espacio para colocar una silla de ruedas.
La instalación es rápida, ya que en la mayoría de los casos se puede realizar en un solo día. El consumo de electricidad es mínimo y solo se requiere un enchufe cercano a la plataforma para que funcione. Además de las personas con sillas de ruedas, también puede transportar a personas con movilidad reducida que caminan. Es tan sencillo como subirse a la plataforma y agarrarse a la barra de seguridad durante el trayecto.
Por contra, es más lenta que un ascensor o una plataforma vertical. Y si el tramo de escaleras es estrecho, la plataforma ocupará más espacio del deseado y habrá que esperar si alguien está subiendo por los peldaños.
Plataforma vertical
Al igual que los otros elementos, se suele colocar en la entrada del edificio para superar los escalones antes de llegar al rellano del ascensor. Al contrario que la anterior plataforma, proporciona total autonomía a las personas que la utilizan y tiene la ventaja de ser mucho más rápida.
Estas máquinas cada vez tienen una apariencia más estética. Son cómodos y fáciles de usar por una sola persona, incluso si usa una silla de ruedas.
Como contra, requiere obligatoriamente obras en la entrada del edificio, especialmente si se tiene que eliminar un tramo de escaleras para su instalación. También hay que tener en cuenta que se necesita un espacio de unos 20 centímetros de foso. aparentemente puede parecer poco, pero será necesario hacer espacio en la estructura del local o en garajes y trasteros.
Bajar el ascensor a cota cero
Esta es la solución más costosa, pero sin duda la más conveniente para los residentes, ya que el ascensor llega hasta el nivel de la calle.
La gran ventaja es que todos los propietarios e inquilinos pueden acceder a sus hogares utilizando el mismo ascensor. Si el tramo de escaleras de la entrada ocupa todo el ancho, será necesario demoler parte de él para crear un pequeño pasillo que conecte con el ascensor.
A medio o largo plazo, se incrementa el valor de la propiedad al ser vendida. Es una forma cómoda y rápida de llegar a los hogares, sin necesidad de cambiar de sistema de accesibilidad. Con un solo ascensor, se resuelven de un plumazo todos los problemas de accesibilidad.
La desventaja es que requiere una inversión económica mayor, ya que se necesita un proyecto y obra civil.
De todas formas, debemos recordar que existen subvenciones, por parte de las administraciones locales, para hacer accesibles todos los edificios.
Tal y como hemos mencionado en numerosas ocasiones, este tipo de obras no deben considerarse como un gasto, sino como una inversión, ya que el valor de las viviendas aumenta más de lo que los vecinos pagan por ellas.
¿Cómo puedes mejorar la accesibilidad en tu comunidad de vecinos? ¿Cuál es el sistema que mejor se adapta a ti? ¿Quieres saber si puedes acceder a una subvención? Ponte en contacto con Inelsa Zener. Contamos con un equipo de profesionales que te darán la solución que necesitas para mejorar la accesibilidad en tu comunidad de vecinos.