La verdad es que quedarse encerrado dentro de un ascensor es algo que no ocurre con mucha frecuencia, pero no es imposible del todo. Son una máquina, y como tal, en ocasiones pueden llegar a pararse. ¿Sabemos cómo actuar cuando esto ocurre?

 

 

Ante todo, en el momento en el que vemos que nos hemos quedado atrapados, no debemos perder la calma: ¡y sé de lo que estoy hablando! Un ataque de pánico en esos momentos no nos lleva a ninguna parte. El ponerse nervioso sólo empeora las cosas. El mejor método para tranquilizarnos es cerrar los ojos mientras respiramos hondo. No nos ayudará a salir de la cabina del ascensor, pero conseguiremos no entrar en un bucle descontrolado de gritos y pensamientos catastrofistas. Tenemos que tener muy presente que no nos vamos a caer, ni nos vamos a quedar sin aire por muchas horas que pasemos encerrados, y que en poco tiempo vamos a salir de esa desagradable situación.

 

 

Pulsa el botón de emergencia o utiliza cualquier sistema de comunicación que haya en su interior. Todos los ascensores lo tienen, y ese es el mejor momento para usarlo. Con él conseguirás ponerte en contacto con la empresa de mantenimiento, o llamar la atención de los vecinos. Esa es la mejor manera de hacer saber lo que te está ocurriendo.

Si eso no funciona, o no te ves capaz de mover ni un músculo en una situación como esa, nos queda el comodín de los móviles. Todos llevamos encima el teléfono, así que otra buena forma de avisar de lo sucedido es llamar directamente a quien sabemos que nos puede echar una mano: la compañía que nos hace las revisiones del ascensor (habitualmente tenemos el número de contacto dentro de la cabina), un familiar, alguien de la comunidad, al 112 si no tenemos una buena cobertura en el celular,…

 

 

Sobre todo, como expertos en la materia te recomendamos que no intentes abrir las puertas, ya que podrías empeorar la avería. Es extremadamente peligroso salir por ninguna rendija desde la que veamos el rellano más cercano: en el peor de los casos, el ascensor se podría poner en marcha, con fatales consecuencias para nosotros. Así que, si no quieres emular una de esas escenas de terror de las que has visto en el cine en alguna que otra ocasión, sólo cabe esperar a que algún profesional te rescate.

Una buena manera de pasar el tiempo es acabarnos algún capítulo del libro que nos estemos leyendo (si es que lo llevamos encima), echarle un vistazo al folleto de las ofertas del supermercado que acabamos de recoger del buzón, atender tus redes sociales, o empezar a utilizar compulsivamente el Candy Crush, porque aunque parezca mentira, el alinear caramelos en ese juego puede hacernos perder la noción del tiempo y del mundo que nos rodea.

Quedarse atrapado en un ascensor no es algo normal, pero esperamos que a partir de ahora, si alguna vez te ocurre, recuerdes que lo importante es mantener la calma, avisar de lo sucedido y esperar a recibir ayuda.