Tal y como dice Wikipedia: “un ascensor es un sistema de transporte vertical, diseñado para mover personas u objetos entre los diferentes niveles de un edificio o estructura”. Dicho así, parece que estemos hablando de una máquina carente de estética, y cuya única finalidad es tan solo moverse hacia arriba y hacia abajo. Para los que nos apasionan los ascensores, éste no es tan solo un aparato sin más: para nosotros, un elevador puede llegar a ser una parte fundamental e importante del diseño de un edificio.
¿Sabías que aquellos elevadores que consiguen dar un punto de exclusividad suelen ser, habitualmente, los panorámicos? ¿Te has planteado alguna vez qué ventajas tienen este tipo de ascensores frente a los convencionales?
Ya sea en un edificio más tradicional o en uno más moderno, los ascensores de cristal dan a las estructuras un aspecto más minimalista, moderno y elegante. Su estética transparente y liviana hace que se pueda adaptar a cualquier lugar, convirtiéndose en parte de la arquitectura. Uno de los alicientes de esta clase de cabinas es el hecho de que, en muchas ocasiones, se puede ver el mecanismo desde el exterior, lo cual hace que viajar en él se convierta en una experiencia mucho más divertida para el usuario, sobre todo si hay niños de por medio.
Otro punto a tener en cuenta a la hora de instalar un ascensor de vidrio es el ahorro de energía. El hecho de que no necesite iluminación artificial en gran parte de la jornada, sobre todo entre abril y octubre, hace que se reduzcan considerablemente el coste de la luz del bloque, así como también las emisiones de CO2 a la atmósfera.
¿Sabías que los ascensores panorámicos nos pueden llegar a hacer más felices? Eso no lo decimos solo nosotros. ¡Hay estudios que lo avalan! Atraer la luz natural del sol a un edificio estimula nuestro estado de ánimo, y afecta positivamente a nuestra salud mental y física. En el mundo de los negocios la experiencia del cliente lo es todo: desde que se adentra en el edificio hasta que acaba saliendo de él, pasando por todo el recorrido realizado (recepción, ascensor, oficinas, …), y el hecho de que ese lugar no sea lúgubre e iluminado con luz artificial predispone a la compra de productos o al cierre de tratos en un negocio.
Tampoco tenemos que olvidar que un ascensor de cristal puede ser una atracción turística para un edificio o incluso para una ciudad. Hay muchas personas que deciden alojarse en un hotel determinado, o visitar una cafetería o un restaurante sabiendo que uno de sus alicientes va a ser acceder a ellos mediante uno de estos ascensores. Situado en edificios donde se alcanzan alturas considerables, este tipo de cabinas pasan a un segundo plano, centrando toda la atención de los ocupantes a las vistas que los rodean. ¡No en vano, en muchos de ellos se puede llegar a pagar una entrada para poder tener acceso!
En ese tipo de elevadores, la estética es fundamental, así que si estás pensando instalar un ascensor panorámico… ¡llámanos! En Inelsa Zener tenemos profesionales con experiencia en el sector que, trabajando codo con codo con diseñadores y arquitectos, te asesorarán sobre el tipo de cabina que se necesita, y cuál debe ser la forma de adaptarla e integrarla en el edificio en el que se vaya a instalar.