La semana pasada, la Ministra de Defensa de Austria sorprendía anunciando un apagón generalizado en Europa. En rueda de prensa dijo que «la cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo». Klaudia Tanner instó a la población a hacer acopio de víveres y objetos de primera necesidad ante lo que ella denominó «un apagón por tiempo indefinido». La verdad es que sus manifestaciones causaron revuelo, no tan solo en Austria. En España se hicieron eco de la noticia todos los medios de comunicación e incluso llenaron su espacio con esta noticia diversos programas de televisión en prime time. Ante esto nos surge una duda: ¿la población sabría cómo actuar en un escenario en el que la falta de energía eléctrica se pudiera prolongar durante varios días?

 

 

Según los expertos, hay una alta probabilidad de que se produzca un apagón de aquí al año 2026. ¿Cuándo nos quedamos sin electricidad, cómo podemos saber si nos enfrentamos a un apagón o a una simple avería de suministro? Lo primero que tenemos que mirar es si somos nosotros los que no tenemos luz o si este hecho afecta también a nuestra zona. En un escenario de blackout la falta de suministro eléctrico hará que dejen de funcionar semáforos, cajeros automáticos, internet, metro, trenes, teléfonos y demás máquinas que se encuentren conectadas como, por ejemplo, los ascensores.

¿Qué ocurriría si hubiese un apagón mientras estamos metidos en un ascensor?

Antes deberíamos saber que, ante un corte de suministro eléctrico, no se comporta igual un ascensor hidráulico que uno eléctrico. Si el apagón nos sorprende en el interior de un ascensor hidráulico debemos esperar unos segundos a que él mismo acabe bajando a la parada inmendiatamente inferior al lugar donde nos encontramos. Te animamos a que leas nuestro artículo sobre el funcionamiento de ascensores hidráulicos que encontrarás en nuestro blog.

Los ascensores eléctricos se comportan de una manera muy diferente a los anteriores. Al quedarse parados, por culpa de una avería eléctrica, necesitan que sea un técnico el que nos rescate. En el caso de un escenario tan caótico como el descrito por las autoridades austríacas, la ayuda posiblemente tardaría algo más en llegar. En estos casos, la tranquilidad será nuestra mejor aliada.

Recordemos que un apagón a nivel europeo afectaría a las comunicaciones, ente los cuales se incluyen internet, móviles y teléfonos fijos, siendo complicado poder usar el teléfono de averías del interior de la cabina o el timbre de la botonera. En estos casos, lo mejor sería avisar a los vecinos. ¿Cómo? Tal y como se hacía antiguamente: haciendo ruido dentro de la cabina y avisando con voz alta y clara que estamos atrapados. Lo importante es que alguien sepa que estamos allí dentro. Una vez nos hemos asegurado que algún vecino nos ha oído, lo siguiente es no perder la calma. Sentarnos en el suelo de la cabina, tranquilizarnos y esperar. Por mucha claustrofobia que tengamos, mucho miedo que nos dé la oscuridad y muy angustiados que estemos, volvernos locos dentro de un ascensor no nos conduce a nada.

 

 

Sobre todo: no debemos perder la calma

Tanto las fuerzas de seguridad del estado como los bomberos tienen sus instalaciones y sus vehículos preparados para este tipo de eventualidades. Ellos, junto con los técnicos de ascensor, en un posible apagón masivo, rescatarían a todas aquellas personas que estuviesen atrapadas en cualquier ascensor. En el remoto caso que nos pudiese pasar algo así, tengamos muy presente que un ascensor no es un lugar estanco, por lo que nunca nos podemos quedar sin aire. Por otro lado, los elementos de seguridad funcionan incluso cuando hay un apagón, garantizando que no ocurra nada malo a los ocupantes. Y jamás, ¡jamás! debemos salir de una cabina que no está nivelada con ningún rellano, a no ser que nos esté rescatando el técnico del ascensor o un bombero.