La inclusión en los entornos educativos va más allá de la accesibilidad de los edificios públicos. Tener escuelas adaptadas a todos sus usuarios es importante para una educación de calidad e igualitaria. Millones de niños, niñas y personal docente acuden a diario a los centros escolares. Los problemas de movilidad son visibles en las personas de avanzada edad, pero… ¿qué ocurre cuándo esta falta de movilidad la tiene la población más joven?

Todos somos susceptibles de ir en silla de ruedas, tener algún tipo de enfermedad con la que nos cueste movernos o hacernos un esguince en el recreo o subiendo un triste escalón. En el pasado, cuando esto ocurría, se acostumbraba a cambiar al alumno de aula, separándolo de todos sus compañeros. La solución rápida era instalarlo en alguna de las clases que se encontraban en la planta baja. Por fortuna, lo que hace años veíamos como normal nos hemos dado cuenta con el tiempo que no lo era. Lo único que este sistema fomentaba era la no adaptación de los alumnos en los entornos escolares.

Llegados a este punto, era necesario proporcionar una alternativa segura a la entrada a las escuelas, así como también a los cambios de clase (muchos de ellos en diferentes plantas de este tipo de edificios). Los pequeños tramos de escaleras se pueden llegar a solucionar con una rampa, pero el problema viene cuando debemos conectar las diferentes plantas de una escuela. No todos tenemos una salud de roble y el acceso a un centro educativo debe ser universal. Afortunadamente, empezamos a ponernos más en el lugar del otro y en las necesidades que pueda llegar a tener. Facilitar el libre acceso a un centro educativo debe ser uno de los objetivos a cumplir por nuestras instituciones, sobre todo para lograr un buen desarrollo y el logro de los objetivos académicos.

 
Niñas pequeñas escribiendo
 

¿Cómo podemos llegar a mejorar la accesibilidad en los centros educativos?

Existen soluciones para todos los gustos: desde la sencilla rampa que salva tramos cortos de escalera, pasando por las plataformas y los ascensores. Gracias a estas soluciones, conseguimos una mayor autonomía y un desplazamiento seguro para todos aquellos alumnos de escuelas e institutos.

Las plataformas se instalan para salvar escaleras de uno o varios tramos. Tienen un mantenimiento bastante sencillo, no necesitan complicadas instalaciones, son muy seguras y pueden manejarse con facilidad, pulsando únicamente un botón.

El ascensor es la opción de accesibilidad más conocida. Sabemos que es la solución más costosa, ya que es la que requiere de una mayor instalación, pero también es la mejor opción para dar accesibilidad a un edificio. No obstante, debemos tener en cuenta que no siempre es viable, tanto a nivel técnico como a nivel presupuestario. Esto último es la razón por la cual muchas escuelas de nuestro país siguen teniendo barreras arquitectónicas que impiden el libre acceso a sus instalaciones de todos sus alumnos.

Aunque parezca mentira, son muchos los centros educativos que no han podido acceder a las ayudas de la administración. Subvenciones hay muchas, pero la mayoría están pensadas para fomentar la accesibilidad a las comunidades de vecinos, chalets y viviendas unifamiliares. Es sorprendente que, a pesar de la legislación, no dispongan de ayudas para la instalación de ascensores en los colegios.

En Inelsa Zener, aparte de instalar, modernizar y mantener diferentes sistemas de transporte vertical, contamos también con un equipo jurídico al que poder consultar las subvenciones a las que se pueden tener acceso. ¿Necesitas un ascensor? No dudes en ponerte en contacto con nosotros.