Vivimos en un mercado inmobiliario en constante cambio, donde el valor de los pisos fluctúa en función de las necesidades de la sociedad. Nunca han estado tan buscados los hogares con un buen balcón, una terraza o un jardín como ahora, tras haber sufrido el confinamiento por el covid. Hay diferentes factores que hacen que se tase una vivienda al alza, como:
– Tener la casa bien cuidada, poniendo especial interés en paredes, suelos, puertas y ventanas.
– Instalar una puerta blindada o acorazada para entrar a nuestro piso.
– Renovar los cuartos de baño y la cocina.
– Tirar tabiques, deshacernos de pasillos largos y colocar muebles que den sensación de amplitud.
– Mejorar la eficiencia energética como cambiar los electrodomésticos por unos más eficientes, mejorar las redes de calefacción y agua caliente, instalar paneles solares,…
– Disponer en la finca de un ascensor, independiente del número de plantas que tenga esta.
Según la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad del 4 de diciembre de 2017, todos los edificios deben ser accesibles para cualquier persona que esté en ellos, y cualquier propietario mayor de 70 años puede pedir que se instale uno en su edificio. A pesar de que en España hemos avanzado mucho con este tema, y que somos el país con mayor número de ascensores por habitante, no es extraño que nos enfrentemos a problemas de accesibilidad incluso dentro de nuestras casas. El hecho de que nuestra población sea una de las más envejecidas del mundo, o la posibilidad de tener un accidente o sufrir una enfermedad, es un handicap a la hora de comprar una propiedad sin ascensor. Evidentemente, instalar un ascensor en una comunidad de propietarios mejora la accesibilidad de nuestros hogares, y es la alternativa a las escaleras tradicionales. Como hemos dicho en innumerables ocasiones, tanto en nuestros artículos como en Facebook, un simple escalón puede ser un obstáculo insalvable para muchos.
Aunque es evidente que esa no es su función inicial, un ascensor aparte de dar accesibilidad a un edificio también da un toque especial a su decoración. En Inelsa Zener contamos con un amplio catálogo de acabados de cabina, para dar continuidad a la decoración de la comunidad de vecinos. ¿Suelos? ¿Paredes? ¿Iluminación? ¿Pasamanos? ¿Botoneras?… Haz las combinaciones que prefieras, dale un nuevo aire a tu propiedad y revalorízala.
De acuerdo a la normativa, las comunidades de vecinos están obligadas a realizar revisiones e inspecciones de los ascensores para garantizar un viaje sin sobresaltos. Una de las ventajas de pasar las revisiones oportunas es que, a medio y largo plazo, se evitan accidentes y averías costosas, que puedan suponer un desembolso importante para los propietarios. Generalmente, el promedio de vida de este tipo de ascensores supera los 25 años, por lo que los convierte en una inversión muy rentable para el vecindario.
Evidentemente, comprar una propiedad que ya cuente con ascensor es un punto a tener en cuenta. A la larga, la gran mayoría de los edificios de nuestro país acabarán teniendo un elevador por lo que, si nuestra comunidad de vecinos ya cuenta con uno, es un gasto menos en el que tenemos que pensar. En Inelsa Zener adaptamos nuestros ascensores al espacio del que dispongan los propietarios de una comunidad de vecinos. Si quieres tener más información sobre qué te podemos ofrecer, ponte en contacto con nosotros: estaremos encantados de atenderte.