En el momento en el que oímos la palabra «ascensor», nos imaginamos una cabina llena de pasajeros desplazándose por las plantas de un edificio. Lo que muchos no saben es que también existen los elevadores de coches, que nos pueden llegar a aportar muchos beneficios, sobre todo en las grandes urbes. Una de las problemáticas con las que se encuentran en las grandes ciudades es el tema de las plazas de aparcamiento. El aumento de automóviles por nuestras calles, sumado al aumento demográfico, hace que el encontrar un hueco donde poder aparcar se vuelva una auténtica hazaña. Hasta el día de hoy, los solares de pequeñas dimensiones, obligaban a hacer garajes con pocas plazas, o a destinar el escaso espacio de las parte de los sótanos únicamente a trasteros.
Las plataformas de estacionamiento de automóviles no son, ni mucho menos, algo que se haya inventado recientemente. Este tipo de máquinas llevan en marcha mucho más tiempo de lo que la gente se imagina, y son una excelente manera de descongestionar los aparcamientos en las calles, y aumentar la cantidad de plazas de parking disponibles. Su funcionamiento se basa en apilar vehículos, uno encima de otro, proporcionando el doble de los espacios disponibles en un aparcamiento convencional. Después de todo, se desperdicia gran cantidad de espacio sobre los coches, que podría ser aprovechado, y un elevador de plataforma para estacionar vehículos puede proporcionar una solución versátil y efectiva a este problema.
¿Son seguros este tipo de elevadores?
Rotundamente, sí. Entendemos la preocupación de la gran mayoría de conductores por la seguridad de su coche. No es tranquilizador desprenderte de ellos en este tipo de garajes. Después de todo, dejamos nuestro vehículo en la entrada del lugar donde tenemos que estacionarlo, viéndole como se aleja hasta que desaparece, y sabiendo que va a estar suspendido sobre una plataforma hasta que lo volvamos a buscar. Aunque esto nos provoque una cierta angustia, debemos decir que este tipo de máquinas son mucho más seguras de lo que nos podemos llegar a imaginar. De hecho, gracias a que los delicuentes no pueden acceder a estos lugares, la utilización de elevadores de coches previenen el robo de vehículos, así como también el vandalismo.
¿Por qué no está generalizado el uso de estos aparcamientos?
Sabemos que, instalar ese tipo de ascensores en nuestras viviendas, nos facilitan la vida, ya que evitan las maniobras complicadas, el vandalismo y que en un lugar relativamente pequeño se puede construir un mayor número de plazas de parking, pero la verdad es que no todo son ventajas. Tal y como nos podemos llegar a imaginar, el precio de la instalación de estas plataformas es un hándicap tanto para los constructores como para aquellos profesionales que tienen que instalarlas en sus locales. Salta a la vista que no es lo mismo acondicionar un parking convencional, que tener que pagar la maquinaria necesaria para un proyecto de esta envergadura. Otro de los problemas con los que se encuentra quien quiere poner en marcha un garaje de estas características son los gastos: el del consumo eléctrico del lugar donde éste se encuentre, y el de la empresa mantenedora que realice las revisiones periódicas con garantías. Un ascensor como éste enlentece la entrada y salida de coches al parking, al tener que poner en funcionamiento diferentes mecanismos para poder ejecutar esta operación.
A pesar de todo lo que hemos comentado, la verdad es que instalando de manera generalizada este tipo de elevadores en los garajes, conseguiríamos descongestionar las calles de vehículos y lo que es más importante, reduciríamos la emisión de CO2 a la atmósfera, que repercutiría para mejor, en la calidad del aire que respiramos en las grandes ciudades.