¿Cuántas veces coges un ascensor a diario? ¿Te incomoda el hecho de estar en un espacio tan reducido mientras llegas a la planta deseada? ¿Te has fijado alguna vez en los ascensores que habitualmente usas? ¿Sabes qué es lo que tienen en común para que nos sintamos mucho más confortables dentro de ellos?
Levántate de donde estés ahora mismo. Sal al rellano de tu casa o de tu puesto de trabajo y pulsa el botón del ascensor. ¿Qué ves, aparte del habitáculo de la cabina? En la gran mayoría de los ascensores que usamos diariamente podrás observar que hay un par de objetos que son comunes a todos ellos: el espejo y el pasamanos. Su uso no es casual y, aunque nos lo parezca, no se utilizan principalmente por estética. Estos dos objetos son los que se encargan de hacer que una cabina de ascensor sea un lugar menos hostil y mucho más seguro.
Los espejos
Independientemente de mirar si llegas despeinado a la oficina, si se te ha ido la mano con la maquinilla de afeitar, o si has salido de casa maquillada de más por culpa de las prisas mañaneras, los espejos dentro de lugares tan pequeños están especialmente diseñados para evitar sentir claustrofobia. ¡Cuántas personas rehúyen subir a uno de ellos, por tener un miedo irracional a los espacios cerrados! Después de todo, permanecer dentro de un lugar tan pequeño, aunque solo sea por un corto espacio de tiempo, es como una eternidad para aquellos que sufren de esta patología. Precisamente es por esta razón por la que se colocaron, allá por los años 20, los espejos en las cabinas de ascensor: ópticamente hacen que el espacio se perciba más amplio, aliviando el estado de ansiedad que provoca esta fobia.
Otra de las razones, si bien no es la principal, es por seguridad. Su reflejo hace que tengas la posibilidad de vigilar a los que te rodean dentro de él, evitando posibles robos y situaciones desagradables.
Los pasamanos
Así como tenemos constancia de cuándo se empezaron a utilizar los espejos dentro de las cabinas, nadie sabe por qué se comenzaron a usar los pasamanos, ni cuál fue inicialmente la razón por la que se añadieron al diseño del interior de los elevadores. En la actualidad, este objeto forma parte de la seguridad de la cabina. A pesar de que, la mayoría de los usuarios, tenemos la fortaleza y el equilibrio suficiente como para no caernos en cuanto el ascensor se pone en funcionamiento, no son pocas las personas (mayoritariamente de avanzada edad) que necesitan asirse en algún lugar para no acabar de bruces contra el suelo. Después de todo, se dice que el uso de ascensores en personas mayores es mucho más seguro que utilizar las escaleras, y los pasamanos son una de las razones para que sea así.
En Inelsa Zener diseñamos el interior de las cabinas a gusto de sus usuarios. Contamos con diferentes tipos de pasamanos, así como también distintos tamaños de espejos (enteros, de tres cuartos, de lamas,…). Y recuerda que, aunque puedan parecer que son unos accesorios banales, están especialmente diseñados para hacerte la vida mucho más fácil y segura.