Indiscutiblemente, los ascensores han transformado la forma en la que nos movemos por nuestros edificios. Nos han librado de las incómodas escaleras y simplificado nuestra rutina. A pesar de sus ventajas, la falta de un mantenimiento adecuado puede llevar a desagradables averías, poniendo en riesgo la seguridad de los usuarios.
Pero, ¿conocemos realmente cuáles son los problemas más habituales que pueden afectar a nuestros elevadores? ¿Cómo podemos darnos cuenta de que algo va mal en nuestro ascensor?
Toma nota, porque te vamos a explicar las 6 averías más comunes.
Interrupciones en el suministro eléctrico
Quedar atrapado en una cabina suspendida a varios pisos de altura es, seguramente, una de las experiencias más angustiosas por las que podemos pasar. Sin duda, este contratiempo se sitúa en el primer lugar de la lista de averías más inquietantes de los ascensores. Desde el parpadeo constante de las luces en el interior hasta la completa falta de energía, estas situaciones deben evitarse a toda costa. En ocasiones, la falta de suministro eléctrico puede deberse a apagones externos, como cortes en el suministro. En otros casos, el problema puede venir del motor. Sea como sea, los ascensores requieren gran cantidad de energía para su óptimo funcionamiento y variaciones en el voltaje del sistema suelen ser los culpables de los fallos. Llegando incluso a dañarlo gravemente.
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Desgaste de engranajes
El correcto funcionamiento de un ascensor depende, en gran medida, de la polea, ya que es un componente esencial. Con el tiempo, la fricción continua de los cables que la conectan a la cabina ocasiona desgaste. Como consecuencia, los cables pueden acabar resbalando. Por este motivo, es importante realizar revisiones regulares, detectando y abordando cualquier problema antes de que empeore.
Fallos en los sensores de las puertas
Las puertas del ascensor son un componente crítico para la seguridad de los usuarios. Los sensores de puertas son responsables de detectar la presencia de objetos o personas en el área de cierre. Estos evitan dicho cierre, si hay alguna cosa en medio de su camino. Sin embargo, estos sensores pueden desgastarse con el tiempo o acumular suciedad, lo que puede desencadenar un mal funcionamiento. Si no se detectan correctamente los obstáculos, existe el riesgo de que las puertas se cierren de manera abrupta o que el ascensor se quede parado. Es crucial llevar a cabo inspecciones regulares, realizando la limpieza y el mantenimiento adecuados para garantizar una operación segura.
Problemas con la maniobra del ascensor
La maniobra del ascensor es su «cerebro». Controla sus operaciones y asegura su correcto funcionamiento. Sin embargo, esta central puede verse afectada por problemas electrónicos, como cortocircuitos, fallos en los circuitos impresos o componentes dañados. Cuando la central electrónica no funciona correctamente, el ascensor puede mostrar comportamientos impredecibles, como detenerse en diferentes plantas, no responder a las llamadas o incluso quedar atascado. Mantener la central electrónica en buenas condiciones es esencial para garantizar que el ascensor no se averíe.
Problemas con los rodamientos
Oír ruidos mientras viajamos en ascensor es desconcertante, especialmente si están provocados por un problema grave. Uno de los más comunes son los rodamientos. Una pieza suelta o desgastada puede generar vibraciones excesivas en el motor, poniendo en peligro el aparato entero. Ante cualquier ruido inusual, es fundamental que contacte con la empresa de mantenimiento correspondiente.
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Contaminación del aceite
Al igual que cualquier maquinaria, los componentes del ascensor requieren una lubricación adecuada para operar sin problemas. Esto es aún más importante en los ascensores hidráulicos, ya que el aceite se utiliza para subir y bajar la cabina. Por culpa del desgaste del día a día, pequeñas partículas metálicas pueden desprenderse y mezclarse con el lubricante, afectando su eficiencia. Para prevenir esta situación, se recomienda realizar análisis periódicos para identificar impurezas.
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