¿Sabías que los ascensores, junto con los aviones, son el medio de transporte más seguro que existe? Aunque las series de televisión y el cine estén plagados de escenas catastróficas en el interior de un ascensor, la vida real es muy diferente. Una cabina de ascensor desplomándose, mientras un grupo de pasajeros gritan, intuyendo cual va a ser su fatídico final, es propio de la ficción hollywoodiense. Gracias a las revisiones periódicas que, por ley, deben pasar todos los ascensores, junto a los sistemas de seguridad, viajar en un ascensor es la acción más segura que puedes hacer en tu día a día. ¡Incluso más que pasear por la calle!

De todas formas, no todo se circunscribe a medidas de seguridad y revisiones. Los pasajeros, que utilizamos este medio de transporte a diario, también debemos poner de nuestra parte para evitar accidentes. Está en nuestra mano prevenir percances a la hora de entrar y salir del elevador… ¡y es muy sencillo conseguirlo!

 
Chico joven esperando el ascensor
 

Esperando a que llegue el ascensor a nuestro rellano

Debemos pulsar la botonera tan solo una vez. Parece una tontería, pero nos sorprendería saber todas aquellas personas que pulsan una y otra vez el botón de llamada, a riesgo de llegar a estropearlo. No por mucho pulsar el ascensor va más rápido.

– Es importantísimo mantenernos alejados de las puertas del ascensor, sobre todo si estamos en un edificio público, ya que existe la posibilidad que salga mucha gente de su interior.

– Si la cabina llega a nuestro destino llena, debemos dejar que se vuelvan a cerrar las puertas y nos esperaremos al siguiente viaje. De nada nos servirá meternos con calzador dentro del ascensor. Corremos el riesgo de bloquearlo con el exceso de peso.

Accediendo al ascensor

– La famosa frase «antes de entrar dejen salir» va de que ni pintada en esta situación. Como en el caso en el que debíamos estar alejados de las puertas, no cumplir esta sencilla norma puede provocar atascos en la entrada de la cabina. Y ya se sabe que del atasco al accidente solo va un paso.

– Debemos tener mucho cuidado con la nivelación de la cabina. En ocasiones, sobre todo si se ha excedido el peso permitido en un viaje anterior, puede que no esté al mismo nivel del suelo. Si eso ocurre y entramos o salimos de la cabina podemos llegar a tropezar y, en el peor de los casos, caer de bruces.

– Al entrar en el ascensor debemos mantener nuestros bolsos, equipaje y mascotas bien agarrados, acercándolos todo lo que podamos a nosotros. No será la primera vez que un perro se queda parado en el rellano, mientras su dueño se mete en la cabina, cerrándose la puerta tras él y poniéndose en marcha el ascensor. Situaciones peligrosas como esta son las que tenemos que evitar a toda costa.

 

Personas metidas dentro de un ascensor

 


 

Al viajar en el ascensor

– Una vez hemos entrado a la cabina deberíamos pulsar rápidamente el botón que nos llevará a nuestro destino, moviéndonos a la parte trasera del elevador para dejar espacio libre a los otros pasajeros.

– Debemos agarrarnos, si es posible, al pasamanos. Sobre todo, aquellas personas que principalmente pueden llegar a perder el equilibrio con facilidad.

– Una vez se ponga en marcha el ascensor, tenemos que prestar atención a los indicadores tanto luminosos como sonoros, para saber cuándo debemos bajar.

– Al salir de la cabina jamás deberíamos bloquear las puertas. Lo mejor es salir con rapidez y no entretenernos en hablar con nadie que siga estando en el interior del elevador.

Y debemos tener muy presente que hay ciertas situaciones en las que está totalmente contraindicado usar el ascensor: durante una tormenta, en un incendio y tras un terremoto.

Con estos sencillos consejos, sentido común y un buen contrato de mantenimiento de nuestro ascensor, evitaremos los accidentes y averías que pueden acortar la vida de nuestra máquina.