¿Sabías que el 35% de los pisos que se ponen a la venta en España no tienen ascensor? Vivimos en una época en la que es obligatoria la accesibilidad en todos los edificios y parece mentira que aún sigamos teniendo cifras como estas. Instalar un ascensor en nuestra añeja comunidad de vecinos es una de las mejores decisiones que podemos llegar a tomar. Somos conscientes que a los vecinos siempre les echa para atrás las derramas, pero esta debería ser considerada una inversión, jamás un gasto. Con un elevador en nuestra finca, nuestro inmueble podría llegar a revalorizarse un 33% y eso es algo a tener muy en cuenta cuando nos planteamos una obra como esta.

Hagamos un poco de historia…

En los años 60 y 70 hubo un boom de desplazados desde el campo hasta la ciudad buscando una vida mejor. La inmigración, procedente de las áreas rurales así como el aumento de la población, hizo que creciese considerablemente el número de habitantes. Este hecho obligó a levantar bloques de pisos y, como que la construcción de ascensores no estaba generalizada, los edificios quedaron obsoletos en tiempo récord. Son precisamente esas comunidades de vecinos las que carecen hoy en día de ascensores.

 

 

Cuando visitamos un edificio con la intención de comprar uno de sus pisos, tenemos en cuenta cosas tan dispares como: ubicación, si está bien comunicado, los comercios de la zona, las escuelas del barrio, el tipo de vecindario y… si hay ascensor en la finca. Plantearnos la compra de un piso en función de la existencia o no de ascensor no es algo que hagan únicamente las personas de edad avanzada. Existen muchas razones por las que un elevador en nuestra finca es imprescindible, sobre todo si vamos a vivir más allá del segundo piso.

Instalar un ascensor en nuestra finca es la mejor inversión que se puede hacer.

Decidir entre las escaleras o el ascensor, no se limita únicamente al hecho de ponernos en forma. Hay montones de razones por las que no tenerlo se convierte en un engorro. Subir la compra de la semana, tener alguna enfermedad, haber sufrido un accidente (ninguno de nosotros estamos exentos de fracturarnos una pierna), tener un bebé,… son algunas de las razones por las que es tan importante contar con uno de ellos. Los servicios de nuestra comunidad son un factor a tener en cuenta a la hora de su tasación en el mercado. El que haya o no un ascensor en la finca, supone un cambio drástico en el valor de un piso.

 

 

Uno de los problemas más habituales en los bloques de mayor antigüedad es decidir la instalación de un ascensor. ¿Sale a cuenta desembolsar semejante cantidad de dinero? ¿Repercutirá este gasto en el precio de nuestra vivienda, si decidimos ponerla a la venta? Es evidente que sí. A pesar de las subvenciones y de agilizar los trámites a la hora de dar permisos para este tipo de obra, la elevada inversión que tiene que hacer la comunidad de vecinos acaba creando conflictos entre los propietarios, siendo un escollo para su instalación.

De todas formas, hay una cosa clara: todo tipo de rehabilitación e inversión en accesibilidad hace que se revalorice nuestro hogar. Según un estudio del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza, el aumento del valor de la vivienda es proporcional a la altura en la que se encuentra nuestro piso. Es decir, es menor la revalorización en las plantas más bajas y va aumentando en función del incremento de la altura.

Desde Inelsa Zener os queremos animar a dar este paso. Al contar con oficinas en las principales ciudades españolas, estamos informados de los cambios que se han producido en la legislación, así como también de las ayudas y subvenciones que se dan por parte de la Administración. El asesoramiento a la hora de minimizar gastos y encontrar la mejor solución es clave en estos casos. Disponer de un ascensor en nuestra finca es una mejora tanto para nuestro inmueble, como para aumentar nuestra calidad de vida. ¿Quieres dar accesibilidad a tu comunidad de vecinos? Es mucho más sencillo de lo que te imaginas. Ponte en contacto con Inelsa Zener.